domingo, 15 de mayo de 2011

Escher

En su primer viaje a la Alhambra en 1922, Escher se interesó por las decoraciones islámicas de los palacios nazaríes y su descomposición en figuras geométricas elementales. La reproducción de estas figuras sin fin que Escher encontró en cerámicas y yeserías fueron determinantes en sus trabajos posteriores. De estas decoraciones realizó numerosos bocetos y dibujos en sus cuadernos de viaje, en los que recogió, detalle a detalle, las decoraciones de cerámicas y mosaicos, intentando descifrar las leyes de su composición. Le llamó poderosamente la atención la manera en que se repiten las figuras geométricas sobre el plano sin dejar huecos entre ellas. De este viaje y el que realiza más tarde a la Alhambra en 1936, surge el interés por lo que él llamaría la división del plano en formas regulares y el uso de patrones para rellenar el espacio sin dejar vacíos.
La descomposición en figuras congruentes que él mismo reconoció como uno de los argumentos principales de su obra, se convierte tras su visita a España en uno de los instrumentos más utilizados con los que lograría composiciones asombrosas. Los trabajos de geometrización del plano son realizaciones muy laboriosas que solo son posibles tras años de minuciosa experimentación. Como él mismo diría “la única razón de su existencia es el disfrute que se obtiene con este difícil juego”.

Fuente: www.eschergranada.com  Leer más






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